Rediseñar una página web puede ser una gran oportunidad para mejorar tu presencia digital, optimizar tu posicionamiento en buscadores y aumentar las conversiones. Pero también es un proceso delicado: si no se planifica correctamente, puedes perder posicionamiento, tráfico o incluso clientes.
En este artículo, te explicamos qué errores debes evitar al rediseñar tu página web, especialmente si eres una pyme, profesional o negocio local. Te daremos consejos claros, ejemplos prácticos y recomendaciones estratégicas que te ayudarán a tomar decisiones informadas y no poner en riesgo tu activo digital más importante.
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Índice
- ¿Por qué rediseñar una página web puede ser una buena idea?
-
Los 10 errores más comunes al rediseñar tu web
- No tener objetivos claros
- Ignorar el SEO existente
- Rediseñar sin una auditoría previa
- Cambiar la estructura sin redirecciones
- Cuidar solo el diseño y olvidar la funcionalidad
- No adaptar el diseño a móvil
- Elegir una plantilla sin estrategia
- No involucrar al equipo comercial o de marketing
- Subestimar los tiempos y recursos necesarios
- No medir resultados después del lanzamiento
- FAQ: dudas frecuentes sobre rediseños web
- ¿Quieres rediseñar tu web sin perder posicionamiento ni clientes?
¿Por qué rediseñar una página web puede ser una buena idea?
Rediseñar tu web no es solo una cuestión estética. A menudo es la oportunidad perfecta para alinear tu sitio con la evolución de tu negocio, tus clientes y el entorno digital.
Motivos habituales para rediseñar una web:
- Tu web no representa bien tu marca actual.
- Es lenta, anticuada o difícil de navegar.
- No está optimizada para SEO ni dispositivos móviles.
- No convierte visitas en clientes.
- Tienes nuevos servicios, productos o públicos objetivos.
Pero si no se hace bien, el rediseño puede traer más problemas que beneficios. Por eso, vamos a repasar los errores más importantes que debes evitar.
Los 10 errores más comunes al rediseñar tu web
1. No tener objetivos claros
Uno de los errores más frecuentes es rediseñar "porque sí", sin definir antes qué quieres conseguir. ¿Buscas más ventas? ¿Mejor posicionamiento? ¿Mayor visibilidad de tus servicios?
Consejo: establece KPIs claros y medibles antes de empezar. Por ejemplo:
- Aumentar las solicitudes de presupuesto un 20% en 3 meses.
- Reducir la tasa de rebote en un 15%.
- Incrementar el número de visitas orgánicas un 30%.
Esto guiará todas las decisiones estratégicas durante el rediseño.
2. Ignorar el SEO existente
Muchas empresas rediseñan su web sin tener en cuenta el SEO que ya han trabajado. Cambian URLs, eliminan páginas posicionadas o modifican contenidos sin analizar el impacto.
Consecuencia: una caída drástica en el tráfico orgánico.
Recomendación:
- Haz un inventario de tus páginas posicionadas antes de rediseñar.
- Conserva o mejora los contenidos que ya están funcionando.
- No elimines URLs sin tener una alternativa o redirección.
3. Rediseñar sin una auditoría previa
Antes de empezar cualquier rediseño, debes entender qué funciona y qué no en tu web actual. Esto incluye:
- Analítica de tráfico y comportamiento de usuario.
- Análisis de velocidad y rendimiento.
- Evaluación de contenidos, enlaces y arquitectura.
Herramientas útiles: Google Analytics, Search Console, Screaming Frog, Hotjar.
4. Cambiar la estructura sin redirecciones
Modificar URLs, cambiar el árbol de navegación o eliminar secciones sin implementar redirecciones 301 es uno de los errores técnicos más dañinos para el SEO.
Consecuencia: los usuarios llegan a páginas rotas y Google pierde la referencia de tu contenido anterior.
Solución:
- Planifica una estrategia de redirecciones antes del lanzamiento.
- Revisa el sitemap y actualiza los enlaces internos.
5. Cuidar solo el diseño y olvidar la funcionalidad
Una web bonita que no convierte es solo una fachada. Es común centrarse demasiado en lo visual y olvidar:
- La jerarquía de la información.
- Los puntos de conversión (formularios, botones, CTA).
- La facilidad de navegación.
Consejo: prioriza la experiencia de usuario. El diseño debe facilitar el recorrido del cliente, no solo impresionar.
6. No adaptar el diseño a móvil
Más del 60% del tráfico en muchos sectores proviene de dispositivos móviles. Si rediseñas tu web sin un diseño responsive real (no solo una adaptación parcial), estarás perdiendo usuarios.
Asegúrate de que:
- El menú sea claro y accesible.
- El contenido se adapte bien a pantallas pequeñas.
- Los botones y formularios funcionen correctamente desde móviles.
7. Elegir una plantilla sin estrategia
Muchas empresas optan por una plantilla de WordPress o similar sin adaptarla a sus necesidades reales. Resultado: una web genérica, poco diferenciada y con funcionalidades innecesarias.
Recomendación:
- Elige una plantilla flexible, rápida y optimizada para SEO.
- Personalízala en base a tu estructura de negocio y objetivos concretos.
- Si puedes, opta por un desarrollo a medida o híbrido, adaptado a tu sector.
8. No involucrar al equipo comercial o de marketing
El rediseño web no es solo tarea del diseñador o del desarrollador. Es clave que el equipo de ventas o marketing esté implicado para:
- Definir las necesidades reales del cliente.
- Establecer prioridades de conversión.
- Redactar mensajes coherentes con la marca.
Tip: organiza una reunión interna antes de empezar el proyecto y otra antes del lanzamiento para alinear a todos.
9. Subestimar los tiempos y recursos necesarios
Rediseñar una web lleva tiempo. Requiere estrategia, planificación, diseño, desarrollo, pruebas, ajustes… y eso, incluso en proyectos pequeños.
Error común: querer tenerlo todo en 2 semanas con presupuesto mínimo.
Solución: planifica fases y tiempos realistas, con márgenes para imprevistos. Asegúrate de contar con profesionales especializados en cada área.
10. No medir resultados después del lanzamiento
Una vez lanzada la nueva web, muchas empresas la “olvidan”. Pero es en esta fase donde debes medir si el rediseño ha funcionado.
Mide indicadores como:
- Evolución del tráfico orgánico.
- Conversión de formularios o contactos.
- Tiempo medio en página.
- Posicionamiento de palabras clave.
Haz ajustes sobre la marcha si ves que algo no funciona como esperabas.
FAQ: dudas frecuentes sobre rediseños web
¿Cada cuánto tiempo conviene rediseñar una web?
No hay una regla fija, pero muchas webs necesitan una revisión cada 2-3 años para adaptarse a nuevas tecnologías, cambios de negocio o tendencias de diseño. Lo importante es no dejarla obsoleta.
¿Se pierde el posicionamiento SEO al rediseñar?
Solo si no se hace bien. Si mantienes los contenidos clave, aplicas redirecciones 301, mejoras la estructura y respetas el SEO técnico, puedes incluso mejorar tu posicionamiento tras el rediseño.
¿Puedo rediseñar solo una parte de mi web?
Sí. Puedes rediseñar por fases: por ejemplo, empezar por la home y las páginas de servicio más importantes, y luego seguir con el resto. Esto permite una transición más controlada.
¿Qué profesionales necesito para un rediseño web completo?
Idealmente, deberías contar con:
- Un diseñador web con experiencia UX/UI.
- Un desarrollador especializado en tu CMS o lenguaje.
- Un experto SEO para evitar errores críticos.
- Un redactor o copywriter que adapte el contenido.
- Un gestor de proyecto o agencia que coordine todo.
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